Ahora soy el caballo del Guernica, el que mira y suplica, el que solloza y se muere de agonía. Vivo en guerra interna y externa; vivo en conflicto conmigo y consigo. Ahora me rodeo de silencios plasmados y decorados, adjuntos al dolor y acobardados. ¡Menudo caballo! Vivo con una luz que no alumbra porque se ha pagado, ¡ya no existe, ya no está! Ahora se cae el castillo imaginario donde príncipe y princesa amaban el día y la noche. ¡Menuda bomba! Todo me perturba, un olor, una palabra, y me desangro ahora. Pero soy el caballo del Guernica y es lo que toca vivir, sentir. DBQ.
Oda a la literatura y a cada palabra.