Son caminos, son destinos,
son recuerdos enfurecidos.
Son pasado en el presente
e instrumentos concebidos.
A veces, cuando escribo,
se marcan mis instintos,
rememoro ensayos eternos
y tardes de intentos fallidos.
Siento notas musicales corriendo
por lo más interno de mi cuerpo,
siento calma y ansiedad
por no haberme conocido más.
Extraño sus cuerdas,
las cuerdas de ella,
y también sus teclas,
las teclas de él.
Oído y alma unidos en una mañana,
tacto y amor reencarnados en la puesta de sol.
Y yo, pobre de mí,
a veces escribo y se marcan mis instintos.
Encuentro de nuevo esos caminos de sangre
que llevaban hacia una obra de arte,
recuerdo con rabia aquellas tardes
de intentos y acordes fallidos.
Y bienvenida seas de nuevo, guitarra,
y bienvenido seas de nuevo, piano,
con las manos abiertas espero
el momento de nuestro reencuentro.
DBQ.
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