Eres lo contrario a ordinario,
el antónimo de simple
y la antítesis de normal.
Por ello te pienso de lunes a viernes,
de sol a luna,
y los fines de semana.
Eres mar en calma,
sinónimo de alma,
comparación de paz.
Por ello te canto en mi casa,
sin que lo sepas,
de noche y por la mañana.
Eres la perfecta aliteración de complejo,
la dilogía del bien y del mal,
del cielo y del infierno.
Por ello supongo que algo siento,
¿te quiero?
Te quiero.
Eres el epíteto más bello,
una hipérbole feliz
y la mejor ironía de la vida.
DBQ.
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