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Dinero.

No es más rico quien más tiene,
ni tampoco el que más puede,
sino aquel que incluso sin tener
ofrece a los demás y no se abstiene.

El dinero no compra la felicidad,
en realidad nada puede comprarla,
y es por ello por lo que digo y sostengo
que ser feliz no implica endeudamiento.

Presumir de lo nuevo no es mejor,
no transforma lo banal en supremo,
tan solo es una máscara amarga
para cubrir tantos defectos.

Más tarde comenzará la enfermedad
de la que muchos no se pueden percatar,
pues síntomas y tratamientos no se entienden
ni se puede apenas reaccionar:

aunque de todo se tenga ya,
más se deseará tener,
más cantidad y mejor calidad,
aunque no se use nunca más.

Droga indiscutible de esta sociedad
es tener dinero y no saber nada más,
vaciar mentes como un precipicio fugaz
en las que introducir telas rotas por tanto jugar.

Desde una perspectiva más alejada y sincera
se observa cómo reina el mundo de la apariencias,
el de las modas y las exactas copias:
se ha convertido en negativo que se viva con diferencias.

Qué hermosa sería la libertad real,
esa de la que muchos no saben nada,
esa que conlleva romper cadenas
y, también, estereotipos de tarjeta.

💸 · 💸 · 💸 · 💸
DBQ.

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