Dime si he de quedarme a tu lado
o si, por el contrario, he de irme
con un billete de ida y no de vuelta,
con una sonrisa hiriente en mis labios.
Dime si he de confiar en el futuro
o si, por el contrario, he de rendirme
y tirar la toalla color esperanza
que un buen día encontré en tu mirada.
Dime si he de pintar corazones en el aire
o si, por el contrario, he de hacerlo en la arena
que se baña con la espuma de mar
y se olvida de las piedras que son ajenas.
Dime si he de jugar con tu perfume en mi cuello
o si, por el contrario, he de olvidar tu aroma
con el cual conquistaste Roma
y creaste ruinas que hoy son famosas.
Y te digo que no, que no te vayas,
que te quedes y permanezcas aquí,
a mi lado y felicitando cada día
como si fueran mañanas de primavera.
Y te digo que tengas fe en lo que viene,
que será bello y hermoso como tu rostro
tintado de ilusión y sueños rotos
que se recompondrán y jamás se rendirán.
Y te digo que sí, que pintes amor donde quieras,
no te pondré límites, así que hazlo donde prefieras,
que las nubes se han enamorado de tu atardecer
y yo, ¡pobre de mí!, de tu existencia.
Y te digo que seas la niña que olfatea la vida,
la que se impregna de los olores del día,
también de lo que surja cuando se duerma
en la misma alcoba, al mediodía.
o si, por el contrario, he de irme
con un billete de ida y no de vuelta,
con una sonrisa hiriente en mis labios.
Dime si he de confiar en el futuro
o si, por el contrario, he de rendirme
y tirar la toalla color esperanza
que un buen día encontré en tu mirada.
Dime si he de pintar corazones en el aire
o si, por el contrario, he de hacerlo en la arena
que se baña con la espuma de mar
y se olvida de las piedras que son ajenas.
Dime si he de jugar con tu perfume en mi cuello
o si, por el contrario, he de olvidar tu aroma
con el cual conquistaste Roma
y creaste ruinas que hoy son famosas.
Y te digo que no, que no te vayas,
que te quedes y permanezcas aquí,
a mi lado y felicitando cada día
como si fueran mañanas de primavera.
Y te digo que tengas fe en lo que viene,
que será bello y hermoso como tu rostro
tintado de ilusión y sueños rotos
que se recompondrán y jamás se rendirán.
Y te digo que sí, que pintes amor donde quieras,
no te pondré límites, así que hazlo donde prefieras,
que las nubes se han enamorado de tu atardecer
y yo, ¡pobre de mí!, de tu existencia.
Y te digo que seas la niña que olfatea la vida,
la que se impregna de los olores del día,
también de lo que surja cuando se duerma
en la misma alcoba, al mediodía.
💕 · 💕 · 💕
DBQ.
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